Se presenta la primera compilación que consta de 100 poemas originales de este poeta quien ha contribuido con varios de sus trabajos en diferentes Antologías que ha publicado el Centro de Estudios Poéticos del Ministerio de Cultura de España los cuales pueden ser encontrados en la pagina Oficial del Internet de dicho centro bajo el nombre real del autor.
IDILIO Y FUEGO
1. Adiós para siempre

Amada mía, adiós, tú lo has querido.
Difícil es aceptar que me dejas,
imploro, suplico; pero te alejas
olvidando este amor que te he tenido.

Sufriré mucho lo sé, yo aún te amo;
pero tú no quieres ya más mi amor,
aunque me cueste y me falte valor
romperé las cadenas que nos unen.

Adiós y quizá sea lo mejor,
sufrir luego y buscar también olvido
intentar borrar el dolor sufrido,
empezar de nuevo y otra ilusión. . .

Muchas veces tuve miedo a tu adiós,
pero hoy te digo: ¡Que te vaya bien!
Recuerda que quizás a ti también
Emma, te dejen, sufriremos dos. . .

(Agosto 14, 1992)


2. A la mujer que me acompaña
   ​ al final de mi camino

Fue nuestro idilio, inconcluso día.
Me asomé al amanecer de tu vida
cuando la mía era ya despedida
y viví lo eterno en una fantasía.

Mañana cuando sólo mi amor sea tuyo,
—te amaré siempre— y de mi vida el ocaso
llegue, cual ladrón de sigiloso paso;
háblame, entonces partiré en dulce arrullo.

Y si en la ausencia mi imagen se olvida,
no sufras, mi destino fue soledad.
Amé, busqué placer y felicidad
mas de mi juventud no borré una herida.

Pero a ti, dulce amada mía quiero
llevarte aunque sea sólo en la mente
cuando de ti me aparte la helada muerte
y me lleve por sombrío sendero. . .


3. Al poeta desconocido

A tí soñador de musas y fantasía,
a tí forjador de quimeras y olvidos,
a tí, hermano, dueño de versos perdidos
quiero enviarte mi errabunda poesía.

Poeta desconocido, en tu lira
se mece en frenesí de ensueño y pasión
cual colegiala enamorada, mi ilusión
y se pierde en la bruma de una mentira.

Guarda tu poesía, siglos de silencio;
son tus elegías cantos de aura y fuego
en que mi alma muere y renace luego

en la aurora de otro verso. . . Y en suplicio
con tu pluma aprisionas nuestra historia;
mas no calles. . . eres del tiempo la memoria.

(Octubre 02, 1996)


4. Amor de un día

Todo era soledad y soledad. . .
El día empezó a clarear, te ví
oculta en el alba de mi vida y
busqué a tu lado la felicidad.

Vivimos una mañana de amor,
un sueño matinal nos envolvió
y sin pensarlo, aquella hora tú y yo
tomamos de la vida lo mejor.

Pasó el tiempo, el ocaso presagiaba
que tanta dicha pronto pasaría
y tu amor ya en mi cielo no vería.

Y cuando mi alma tu amor más ansiaba,
envuelto en tu mentiras me encontré
Y aquella noche de tu adiós, lloré. . .


5. A pesar de . . .

Yo quisiera arrancarte de mis sueños;
pero no puedo alejarte de mí.
A pesar de no poder ser tu dueño
sé que nunca podré vivir sin tí.

A pesar de tantas cosas muy tristes,
yo nunca, nunca te voy a olvidar
y es que para mí tú nunca te fuiste
por eso no te dejaré de amar.

Emma, tú tienes un modo de hacerme
sentir tan feliz y en sólo un momento
aumenta el amor que por tí yo siento.

A veces de tu amor quiero perderme,
invento mil cosas para olvidarte
y sólo aumento el deseo de amarte. . .

(Junio 02, 1992)


6. A propósito de una cita

Hoy vendrás y con qué ansiedad te espero,
- quisiera las horas pasaran luego -
he pasado sufriendo el día entero
sintiendo me devoraba un gran fuego.

Sufro, me angustio tanto y desespero
pues no llegas y entre lágrimas ruego
al cielo te envíe a salvarme, muero
de esperarte y al olvido me entrego.

Dijiste que vendrías, no apareces,
enloquezco de tristeza al pensar
quizá tu sólo quisiste jugar. . .

Y es que ya me han mentido tantas veces,
tantas que mi corazón ya olvidó
si mujer sincera una vez me amó. . .

(Marzo 22, 1992)


7. A propósito de un adiós

Fuiste el apacible grito de un gemido,
fuiste la noticia triste de un adiós,
fuiste en el viento crisálida sin voz
y te hundiste en las entrañas del olvido.

Fuiste comunión con un verso perdido
en la negra noche de un abismo atroz,
cuando nuestro sueño se partió en dos
y quedó tan sólo. . . El vacío de un nido.

Fuiste vil nostalgia de un ayer cautivo
en el eterno sueño de nuestro idilio,
condenaste en un beso, mi alma al exilio

y venció sobre mi mar tu cielo altivo.
No pudo ser. . . Fuimos sólo dos extraños
que amor creyeron mentiras y engaños.

(Octubre 14, 1996)


8. A propósito de un adiós anunciado

Lo ví en tus ojos justo esta tarde.
Lo noté en tu voz, en tu silencio,
en la flama do mi delirio arde,
para hacer de mi dolor tu vicio.

Y este amor que me abraza cobarde
quisiera, muerto en un precipicio
echarlo y hacer con esto alarde,
aunque vivir sin tí sea un suplicio.

Mas hoy sé que pronto partirás
y en la tristeza que se avecina
envuelto en un beso negro quiero

enviarte el vano orgullo y quizás
el viento a tí arrastre la neblina
de la eterna noche en la que muero. . .

(Noviembre 06 y 07, 2002)


9. A propósito de una ilusión pasajera

Ya pasará. . .
Mi palabra acabará el embeleso
de la ilusión pasajera que enturbia
nuestro amor y será como la lluvia
que borrará aquel prohibido beso.

Te fallé.
Yo sólo quería tocar el fuego
y me quemó la llama del engaño;
sin querer mi locura te hizo daño
¡Pensar que todo era sólo un juego!

Perdón.
No le odies, ella también ha sufrido,
por amor creyó el reflejo de un sueño
sin saber que era a tiempo compartido.

¡Olvídalo!
Si expiar mi culpa puedo todavía,
déjame amarte con todo mi empeño
y salvar la ilusión que nos unía. . .

(Marzo 23, 2003)


10. A propósito de una nueva promesa rota

Quise cumplir. ¡Sabe Dios que era así!
Cuando te fuiste, olvidarte juré;
pasa el tiempo y la herida sigue aquí
como aquella noche que te perdí.

Esta tarde te he visto y renació
la angustia y el dolor por tu partida.
¿Por qué al verte de nuevo en mí brotó
el deseo de estar con quien me dañó?

Distraída caminabas, cautiva,
envuelta en tus profundos pensamientos
cuando un tropiezo te llevó hasta mí

y fue el amor, -manantial de agua viva-
arrastrándome a un mar de sentimientos
que disipó el dolor. . . Cuando te ví.

(Febrero 24, 2003)


11. A propósito de una promesa rota

Quería cumplir. ¡Sabe Dios que era así!
El sueño de amor se tornó fugaz
en la nostalgia porque ya no estás
y mi alma aún muere llorando por tí.

No pude amarte. ¡Rompí mi promesa!
Cuantas veces triste busqué tu abrigo
y sólo hallé rechazo, cual mendigo
que implora el pan que sobró en tu mesa.

Y es que fuiste un témpano de cristal
que me quemó y en amor confundí
la frialdad de aquel beso mortal

que dejó en mi boca un sabor a sal
y en el alma el vacío de tu adiós
y la promesa de un amor sin final. . .

(Diciembre 03, 2002)


12. A propósito de un encuentro

Hace tanto tiempo te fuiste, mas hoy
por suerte o casualidad te he visto y siento
para respirar que me falta tu aliento
y olvido todo, no sé ni adonde voy.

Me confundes tanto que no sé quien soy,
siento renacer un viejo sentimiento
que me arrastra, cual hoja que lleva el viento
y queriendo o sin querer, mil gracias doy.

Evitar amarte quiero; mas no lo hago
pues es tan bello sufrir por un amor
aunque sólo indiferencia sea el pago.

A veces siento morir por el dolor,
—en un mundo desconocido yo vago—
mas el verte, de mi vida es el calor. . .

(Enero 18, 1992)


13. A propósito de un encuentro repentino

No quiero verte, reflejo de un reflejo.
No, no quiero tocarte adiós sin olvido,
fuiste sinsabor de un amor prohibido
y me quedé besando tu aura en el espejo.

Guardo en el alma de un amor el dejo,
el mismo que dejó mi corazón herido.
¿Por qué si para mí tú nunca has partido?
Hoy al vernos, fui para tí. . . Un recuerdo viejo.

Y es que fue nuestro encuentro tan repentino
que no pude siquiera decir ¡aún te amo!
a pesar de sentir tanto amor por tí.

Hoy. . . Cuando el viento te borró de mi sino,
cuando en el silencio de un verso te llamo
comprendo: Tan sólo en mis sueños te vi. . .

(Octubre 17, 1996)


14. A una niña desconocida

Dulce, cual angelical melodía
es la voz de la amada desconocida.
La que espero para compartir mi vida,
la que sueño encontrar al nacer el día.

Triste la mirada, ya sin luz. Sombría
la ilusión de borrar con su amor la herida
que dejó en el alma una pasión perdida;
mas en su regreso el corazón confía.

Te espero, anunciada en lluvia de quimeras.
Te espero, en la sombra de tu recuerdo
junto al regazo de dichas venideras.

Sabes, a veces en la inconciencia pierdo
el aroma de tu cuerpo, tu piel . . . Eras
frescura en la turbulencia de un te quiero.


15. A una niña de triste mirar

Niña de triste mirada, dormida
la ilusión en tus ojos se advierte.
Y hiere tanto, tanto . . . tan triste verte
que por no verte así, daría mi vida.

¿Qué dolor ocultas en tu mirada?
¿Qué olvido de tu alma se apodera?
¿Por qué si te hallas en la primavera
de un verso, marchitas tu vida en la nada?

Niña, ¿qué desilusión va contigo,
cual silente huella de un dolor pasado?
¿Qué traición llora tu mirada triste?

No sufras más, no merece castigo
el dulce pecado de haber amado
un sueño, que en tus ojos cual tea existe . . .


16. A una niña que cose sueños

Uno tras otro tus sueños vas hilvanando
niña, en la rueca mágica de un idilio.
Sientes, transportas tu alma hasta el exilio
dorado do tu amado te está esperando.

Cose ¡Oh, niña! tu ilusión junto a la mía,
que sean tus besos cual dulces puntadas
y en silente pacto se queden atadas
nuestras vidas . . . en la eternidad de un día.

Niña, tú que coses sueños y quimeras
diseña en tu regazo nuestros destinos
y sea tu amor, abrigo en mi olvido.

Niña, tu vida es corta de primaveras
yo en cambio he recorrido mil caminos;
mas junto a tí, quisiera forjar mi nido. . .

(Octubre 17,1996)


17. A una niña que desconoce que le amo

Fue una tarde gris. El corazón lloraba.
El cielo mismo arrullaba nuestro idilio
cubriendo con su nebuloso manto
el silente verso que mi amor cantaba.

Y viví un dulce sueño de amor y angustia.
Callar llorando la pasión prohibida,
sentir que en un suspiro se va la vida
y se queda el alma marchita y mustia.

Y fue nuestro romance, arcano delirio,
evocación tardía de pasados sueños
que prendidos quedaron en la memoria.

¿Por qué no puedo decir te amo? ¡Ah, martirio!
Saber que somos dos seres sin dueños
que nunca juntos escribirán su historia . . .

(Septiembre 09, 1996)


18. A una niña que jugaba ser mujer

Y jugaba ser mujer y fue mujer . . .
Cual alba radiante de mil destellos
la niña era bella y sus sueños bellos
sólo querían soñar con el viento.

Fue mujer y la niña ya no jugaba.
Rígida y yerta en el fondo de un sueño
la niña buscaba a su dolor dueño
y no había viento; sólo tormenta.

Apenas quince años y has marchitado
en turbulento abismo de fantasías
y besos, el jardín de tu juventud.

¿Por qué robaste a tu vida el encanto?
¿Por qué quisiste ser ave cautiva?
Ahora no hay juego: Estás embarazada . . .


19. A una niña que me invitó a una fiesta

Silencio. Ni un eco turba el silencio . . .
Callada la niña vuela en su sueño
y su alma libre aún no tiene dueño
y en su sino sólo hay versos en flor.

Esta tarde una niña he visto, bella.
Labios frescos, remedo de capullo.
Es fuego. . . Su voz etéreo arrullo,
su mirada manantial de inocencia.

Sin pensarlo mi alma quedó prendada
de una niña que cautivó mi verso
con la suave fuerza de una ilusión.

Y mientras mi vida erraba en la nada
le dio luz a mi gélido universo
con la llama ardiente de su pasión. .

(Iniciado en Oct/1996 terminado 25/Nov/2002)


20. A una niña que me preguntó si la amo

S í . . .


(Octubre 30, 1996)


21. A una niña que no se halaga con sueños

Te corrompió vil metal con su destello.
Caíste en el juego de la falsedad,
cambiaste por oro la virginidad
de aquel idilio que pudo ser muy bello. . .

Y es que jamás una traición dolió tanto
como querer ponerle precio a mis sueños.
¿Acaso se compran con oro mil versos?
¿Acaso paga el dinero por tu llanto?

Niña ¿por qué tu empeño en buscar riquezas?
No pienses el amor entre mil tesoros
pues su valor aumenta con las pobrezas.

Y prefiero un te quiero a un ¿cuánto vales?
Porque los sueños me parecen mejores
si son sinceros, aunque sea en arrabales . . .

(Octubre 27, 1996)


22. A una niña que todos los días
       ​a estudiar veo pasar

Hermosa niña, que todos los días
veo pasar por la quinta avenida.
A estudiar jugáis, todavía tu vida
no prueba la hiel de falsas alegrías.

Camina niña, por fijo sendero,
no desvíes la ruta de tu escuela;
si las tentaciones te hunden su espuela
piensa en tu futuro. . . Ahí te espero.

Sabes, mis sueños contigo se van
cuando al colegio te veo pasar
y tus metas ansío realizar . . .

Acaso mis musas presas están
de enloquecido amor por tí, te quiero
y cada día en silencio sin tí muero . . .

(Octubre 25, 1996)


23. A una niña que unió su destino al mío

Ayer recorrí nuevamente mi destino,
anduve la senda de toda una vida
y amé y robé la caricia prohibida
y me embriagué en la desnudez de mi sino.

Ayer vertí mi silencio en otro verso
y vacié todo mi fuego en un olvido,
recobré lo que nunca había perdido
y perdí mi vida en el juego de un beso.

Virgen, secreta amante de mi delirio,
luna cansada de llorar mi desvelo,
ave solitaria de eterno vuelo

vete de mi alba, no aceptes el martirio
de vivir prendida a mi soledad,
huye, otro cielo te dará felicidad . . .

(Julio 28, 1998)


24. A una niña que ví reflejada en un espejo

Indiferente, niña, tu vida es un reflejo.
Indiferente desconoces el torbellino
de sueños que en mi ser desatas cuando te veo
indiferente hundida en tu aura frente al espejo.

Niña, ayer quise besar tu faz, estaba fría.
Y penetró tanto hielo en mi corazón
que sólo pude sentir como se desgarraban
mis sueños y por tu amor, mi alma se moría. . .

¿Por qué te ocultas dentro del mágico espejo?
¿Por qué no eres igual a la doncella de afuera?
¿Y por qué amo el silente recuerdo de un reflejo?

Niña que siempre veo dormida en la faz
gélida y triste de un cristal ebrio de amor
dime: Si existes fuera de mis sueños ¿dónde estás?


25. A una niña traviesa que pintó
       ​un beso en un papel


¿Y por qué lo hiciste niña traviesa?
¿Por qué tu empeño en provocar mis ansias?
Si tú sabes bien que en mis fantasías
mi alma enardecida tus labios besa.

¿Por qué pintaste tu boca en mi vida?
¿Por qué reviviste un oculto anhelo?
Si tu amor veo cual lejano cielo,
en tu beso, al éter mi alma está unida.

Niña traviesa que un beso pintaste
en el rostro apenado de un papel
cual sublime pacto de amor y fuego.

Niña, si supieras que desataste
torbellino de sueños con aquel
beso que quizá sólo fue. . . un juego.


26. Aura

Llena de misterio, -¡Oh náyade cautiva!
Caminas silenciosa, virginal. . . pura.
Robaste a la rosa color y frescura
y diste a tu mirar, la pasión altiva

que aturde, que embelesa, que el fuego aviva.
Eres oculto anhelo, dicha y dulzura,
-sueño de amor trocado en amargura-
y tu piel. . . mar que me lleva a la deriva.

Vaga. Envuelta en silente dolor, tu vida
se pierde en la borrasca de una ilusión
que consigo se llevó tu alma prendida.

Aura, nuestro secreto será mi castigo.
Saber que tus besos desgarran mi corazón
en el prohibido instante de estar contigo. . .


27. Bajo las circunstancias de la vida

Bajo las circunstancias de mi vida
fácil sería decir que te extraño
y que ya olvidé el dolor de tu engaño;
y miento porque aún sangra mi herida.

Y hay riña entre mi conciencia y mi verso:
Una te maldice, el otro te llama
y la soledad que mora en mi cama
sabe que mi alma muere por tu beso.

Y en la agonía de mi gran delirio
sufro y gozo, a lo mejor porque te amo
o quizá porque prefiero el martirio

que me causa ésta pasión dividida:
Te odio y te amo, te maldigo y te llamo
y al odiarte. . . al amor le doy vida.

(Julio 21,2004)

28. Beso al viento

Beatriz pero ¿qué has hecho de mi vida?
Me has llevado de la locura al abismo
y por amarte me olvidé de mí mismo
sin pensar me causarías esta herida.

Has cambiado todo en mí. ¡Tanto he sufrido!
Porque dormido tú me has hecho llorar
y porque despierto me hiciste soñar
sé muy bien: Amarte es algo prohibido.

Recuerdo cuando me dejaste llorando
aquel día que mi amor te declaré,
en voz baja por la calle fui gritando

y cuando no me escuchaste te llamé
—el viento te lleva el beso que te mando—
y aunque no me amaste, yo sí te amé.

(Octubre 17, 1992)


29. Carta para quien estuvo antes de mí

¡Que te robé a tu amada, eso es mentira!
Fuiste tú quien no supo retenerla
y ahora que te lastima perderla
acusas de tu dolor a mi lira.

¿Acaso olvidas la pasión que inspira?
Su belleza es tal que nomás al verla
ya no existe vida sin poseerla
y ser su dueño, sólo eso se aspira.

Sufres porque era el amor de tu vida.
Ahora sabes bien cuanto yo le amo
y tampoco quiero verla perdida,

tu tiempo pasó, ella dejó de amarte
hoy camina tomada de mi mano
y aunque te duela debes resignarte . . .

(Diciembre 16, 2002)


30. ¿Cómo pudo un ángel romper mi corazón?

Escuché cantar una bella canción,
escuché el canto desde mi corazón,
quise encontrar la voz que el viento traía
porque aquella canción era sólo mía.


Sentí en la brisa el sabor del beso aquel,
el último que robé a tus labios rojos
y es un presagio difícil de creer
pues la distancia ha puesto a tu amor cerrojos.


¿Por qué no logramos tocar nuestra estrella?
Quisiera no haberte deseado tanto
y causarle a mi pobre amor tanto llanto
por amar con locura a una mujer tan bella.

Ví su blanco rostro, fresco cual la lluvia,
suave como rosa que en mayo florece
con la candidez de la virginal novia
que enamora, que perturba y enloquece.


Hoy no estás conmigo, es de otro tu sonrisa.
Espero no le hagas reír como a mí
y él no te haga reír como yo lo hacía
porque tu alegría estaba sólo aquí.


¿Cómo un ángel pudo romper mi corazón?
Mi alma por tí está muriendo, está llorando
quiere entender ¿qué fue lo que nos pasó?
porque a tu reflejo me sigo aferrando.


(Junio 20, 2005)


31. Conclusiones I

¿De qué me ha servido el haberte amado?
¿De qué? Si sólo fuiste una quimera;
te amé como si fuera vez primera
mas tú de mi pobre amor te has burlado.

¿De qué sirven los versos que he cantado?
¿De qué valió la ilusión que naciera?
Dejaste mi vida sin primavera. . .
¡Y pensar que yo no te he olvidado!

Amar ¿para qué? para sufrir luego;
mis caricias te entregué sin pensar
que me harías un muñeco en tu juego. . .

No pensé me llegaras a engañar,
El amor dejé crecer como el fuego
Y hoy que no estás, no lo logro apagar. . .

(Julio 31, 1992)


32. Conclusiones I I

¿Amor?. . . Hoy sólo queda desencanto.
Quisimos vivir el amor a prisa,
olvidamos que después de la risa
viene el dolor, la tristeza y el llanto.

Eso nos pasó por amarnos tanto,
la pasión nos quemó y fuimos ceniza
que el dolor arrastró como la brisa
que arrebata de los labios el canto.

De un sorbo bebimos todo a la vida,
sin pensar: Lo dulce se vuelve amargo
y al final del placer. . . Sólo una herida.

Despertando de un profundo letargo,
añorando tanta dicha perdida
comprendo: Corta vida, amor tan largo. . .

(Agosto 08, 1994)


33. Decir adiós, cuando ya te has ido . . .

Sabes, es muy triste decir adiós,
decir adiós cuando ya te has ido.
Tuve esperanza volvieras al nido
-ave pasajera- sólo eso fuiste.

A pesar que ya no estabas conmigo
nunca dije adiós, esperaba por tí.
-Te dejé volar- pensé que sin mí
no podrías vivir y regresarías. . .

¡Me equivoqué!


(Enero 16, 1998)


34. Delirio I

Caminé por desconocido sendero. . .
Perdido el sentido, el sueño olvidado;
conciencia muerta, corazón mutilado
y al final del viaje: Un verso y un te quiero.

Es triste pensar que en vano te espero,
duele tanto recordar el pasado;
sentir en un beso, el beso aprisionado
y soñar en un sueño, el sueño verdadero.

Cuantas veces en delirio de amor muero
y me entrego en éxtasis desenfrenado
a contemplar tu aura de fuego y dinero,

dinero que en mis musas siempre ha faltado
pues aunque mi dolor ha sido sincero,
con infame desprecio me has hechizado . . .

(Septiembre 24, 1996)


35. Delirio I I

Fantasmas que acechan mi caminar,
sombras que acompañan mi soledad,
espectros que conocen mi verdad;
ayúdenme en este largo penar.

Voces que callan queriendo gritar,
seres que lloran y piden piedad,
corazones muertos de ansiedad;
gemid para aliviar mi vacilar.

—Eco de sueños marchitos escucho.—
En mi boca el verso rígido yerto
está, sin que lo pueda pronunciar.

Es mucho lo que sufro y lo que lucho
para tener un corazón abierto
que todo este amor pueda soportar . . .

(Enero 17, 1992)

​​​​

Double click here to edit this text.
36. Dijiste adiós

Dijiste adiós y en tu mirar brillaba
la impresión de otros ojos y en tu boca
sentí el sabor de otros besos y loca
mi alma de dolor, nada le importaba
.

Fingiste sufrir, más se reflejaba
la frialdad de tu corazón de roca
y mi alma sólo tu piedad invoca
al ver como aquel amor terminaba.

Me siento tan tonto, yo que lloré
por tí, cuando decidiste partir
mientras te burlabas porque rogué.

Hoy que mi dolor pasó, sin sentir
nada por tí, digo: Si supliqué
porque no quería verte sufrir . . .


37. Duda

Hay instantes que la duda me devora,
busco incesante tu imagen, tu presencia
y sólo encuentro el vacío de tu ausencia
y mi mente en su locura soñadora
maldice este amor por tí con insistencia.

¿Por qué cuando más te amo, más me atormento
con esta duda cruel que llevo en el alma?
Cuando busqué placer, hallé calma.
Ahora quiero amor y hallo sufrimiento
y esta pena de llevar duda en el alma.

¿Por qué pretendes amor que yo te quiera?
Si a cada instante me llenas de celos,
me haces pasar largas noches de desvelos
con esta duda cruel que hace que me muera.

(Febrero 04, 1993)


38. Dulce olvido

Y olvidé mi vida y me entregué a ella
no sé si por amor o soledad
y ahora sufro pues quiero volver
nuevamente entre sus brazos estar.

Y olvidé mi amor y le amé tanto,
le tuve conmigo, fuimos amantes.
Quizá tan sólo fue lejano sueño,
mas yo siento que algo murió aquel día.

Me perdí en el silencio de un amor
que mi ser consume y debo callar
por no dañar a quien vive conmigo.

Hoy cuando lo que yo siento por ella
mi ser no puede contener, comprendo:
No me arrepiento, amé un dulce olvido . .


39. El más bello verso de amor...



40. Equivocación

De nuevo la ilusión en mí nació
desde que tú regresaste conmigo,
desde que me quitaste este castigo,
hay felicidad que tu amor me dio.

Hoy todo mi dolor ya se olvidó,
he vuelto a tener de nuevo tu abrigo
por eso quiero estar sólo contigo
y evitar aquello que ayer me hirió.

Cuántas veces soñé estar a tu lado,
cuanto mi dolor y sufrir por tí
pues creí que no te había importado

mas me equivoqué porque no era así,
tú en realidad me habías amado
y no lo sabías, ahora sí . . .

(Junio 06, 1992)


41. Esencias

A través de mil cerros y montañas
escucho el susurro de tu gemido
y veo las alas rotas del olvido
teñir con su sangre mi triste ocaso.

Y más allá de la mano del hombre
se alza absurda, una pregunta sin fin
en forma de plegaria u oración
¿Acaso no descansa el corazón?

En la profunda noche alguien me llama:
Es el amor. . . Cazador de quimeras,
como un dulce sueño, extraño y salvaje
que desde muy lejos a mí ha llegado.

Pero ¿por qué quiero estar a tu lado?
Mi corazón regresa a tu destino
sorbiendo de las alturas la luz
que rompe las negras alas de la noche. . .

(Mayo 27, 2005)


42. Espejismo

Enamorado estoy de tí Emma mía,
vivo entregado a tus caprichos tantos
y es que mi vida se pierde entre llantos
para hacer con mi dolor tu alegría.

Enamorado y sin amor ¡Qué ironía!
(eternos versos de mis tristes cantos. . .)
Por tu amor tengo en el alma quebrantos
y el dolor de saber que me fingías.

Hasta ayer fui un tonto, un enamorado,
hoy viéndome al espejo, con dolor
descubrí que me habías engañado;

mas no creas que te guardo rencor,
gracias pues fui feliz aunque haya estado
por siempre enamorado y sin amor . . .

(Febrero 02, 1992)


43. Esta despedida

Yerta, vacía y perdida la fe,
olvidado el olvido y el amor,
llora muy triste mi alma de dolor
al saber que ya nunca te tendré.

Nada queda de lo hermoso que fue,
de tus besos, un amargo sabor,
aridez, desencanto y tu rencor
a la sombría tumba llevaré.

Recuerdas cuántas promesas me hiciste:
- ¡Amor, te amaré por siempre! decías
cuando en mis brazos feliz te dormías.

Era bello ¡Pensar sólo fingiste!
Lentamente te adueñas de mi vida
y al final me das. . .¡Esta despedida!


(Julio 04, 2005)


44. Evocación

No llores por lo que se ha ido.
Espera ilusionada lo que vendrá
porque tras de un sueño perdido
la rosa de esperanza nacerá.

Fuiste lo más bello que he vivido
y por siempre mi mente te guardará.
No importa que tú me eches al olvido,
sé que tu corazón en mí pensará.

Cuando tu vida no encuentre su camino
recuerda que siempre estaré contigo
talvez soñando que el buen destino

pueda de nuevo traerte conmigo.
Mientras no sucede viviré cautivo
del tiempo aquel cuando fui tu amigo...

(Julio 09, 1998)


45. Falsedad I

El camino de la felicidad . . .
Juntos recorríamos nuestras vidas,
todo parecía ir muy bien, de verdad
me amabas creí . . . ¡Quimeras mal nacidas!

Tú me hiciste sentir amor verdadero,
para siempre quise vivir junto a tí
y me aferré a tu amor y no era sincero;
¿Cómo pude ser tan tonto? En tí creí. . .

Pasé mucho tiempo a tu lado, juré
por ti vivir hasta que fuera posible
mas hoy cuando tu falsedad descubierto he,

me siento tan cobarde para dejarte,
olvidar tus mentiras es imposible.
Mas tan grande es mi amor que he de perdonarte . .


46. Falsedad I I

Te ví una tarde pasar junto a mí,
tanto me gustaste y me enamoré.
Quiso el destino unirnos, te encontré
y te hablé del amor que había en mí.

Me juraste amor, amor prometí.
Fiel fui a mi palabra y en ti confié,
pasó el tiempo, que me amabas pensé
de pronto tu falsedad descubrí.

Ahora sufriendo estoy pues sin tí
la razón de mi existir olvidé.
Sólo seré feliz si vuelves aquí.

Cuando te fuiste llorando quedé,
mas el dolor ya pasó y comprendí:
Si vuelves, tu falsedad perdonaré . . .


47. Fuiste

Fuiste aurora en el cielo de mi vida,
fuiste silencio en la voz de mis sueños;
forjé en tu horizonte mis empeños
y con beso artero abriste una herida.

Fuiste presagio de un momento extraño,
fuiste quimera en el portal del viento
y robaste en un suspiro mi aliento
dejando en mi boca un sabor a engaño.

Fuiste lo patético de un verso,
que se consumió en llanto y olvido
llenando con clamor el universo.

Fuiste la dulce hiel de lo prohibido,
fuiste la eternidad en un beso
que . . . En silente pasión se ha perdido.

(Septiembre 29, 1996)


48. Historia

Escucha una historia de amor distinta.
Desde el inicio debe terminar,
pues la semilla no ha de germinar
porque la luz de su sol nació extinta.

Mi amor soñaba con un nuevo día;
pero su dicha poca fue y murió
porque de su amada nunca escuchó
la frase de amor que le alentaría.

Mi amor vivió lo mismo que una rosa
que vio la luz del sol por vez primera
y luego se desvaneció en la fosa

sepulcral del rechazo y el olvido
al que le condenaste, cual quimera
que murió sin antes haber vivido . . .

(Octubre 13, 1992)


49. Hoy I

Hoy, hoy primer día de tu partida
y ya me siento perdido sin ti,
no sé qué hacer si no estás junto a mí.
Siento que no soportaré esta vida.

Pensar que ayer en mis brazos rendida
te entregabas y hoy... solo estoy aquí
sufriendo, llorando porque perdí
para siempre la ilusión de mi vida.

Hoy... lloro al pensar lo tonto que fui,
siento mi vida sin tí está perdida
y anhelo olvidar cuanto ya sufrí;

sueño con el día en que arrepentida
vendrás a rogar vuelva junto a ti;
pero no llega y mi alma no te olvida. . .

(Mayo 17, 1992)


50. Hoy I I


Hoy, por fin he podido volver a verte,
son tantas las horas que soñé contigo,
tanto mi sufrir y tan grande mi castigo
es al vivir sin ti, sin poder tenerte.

Te veo, te abrazo; más tú indiferente
rechazas, te alejas y evitas mi amor;
yo sin saber el por qué, siento dolor
y pienso si no me amas lo suficiente.

No entiendo qué te pasa, quiero llorar.
Tantas ilusiones con tu actitud mueren
y al olvido mis sueños van a dar.

Dices adiós . . . Mi vida otro rumbo toma
y siento tus palabras frías que me hieren,
sonríes y dices -- ¡Tonto es una broma! . . .

(Enero 09, 1992)

51. Idilio y fuego I

Volé en el beso de la novia primera.
Construí en el trasfondo de una ilusión
un refugio sagrado para la pasión
hecho de fuego, olvido y una quimera.

Sembré en tus sueños mi musa postrera
ardió en vacío y soledad mi corazón
y até tu cuerpo a mis delirios. ¡Maldición!
Saber que en el viento mi alma te espera.

Y fue tu amor quien partió con un suspiro
en mil pedazos mi aturdido silencio
muriendo el beso en inefable suplicio.

Y fue tu engaño tan bello, cual zafiro
tu amor cuidé, mas tú. . . en maléfico juego
trocaste mi día en noche de idilio y fuego.


52. Idilio y fuego I I

Renace en mis manos la pluma, cual ave
cuya sangre derrama sobre mis versos.
Es mi voz, el alma de mil universos
que emerge de mi vacío hasta tus sueños.

Vomité tu cuerpo en celestial flama,
pinté en tu alma de los siglos la memoria
y escribí en el firmamento nuestra historia
con rocío y fuego nacidos del beso. . .

Beso que mi sol a tu luna robó
aquella negra noche que tu silencio
en mis venas cual néctar sacro corrió

y perdimos la inocencia en un juego
y escuchamos el canto del orbe entero
y nos consumió un sueño de idilio y fuego. . .

(Octubre 17, 1996)


53. Inconsistencia

Hasta ayer fui roca,
marfil, granito.
Hoy carne, piel, corazón,
sentimientos, ilusiones . . .

Hasta ayer fui olvido, orgullo
hoy recuerdos, rendición,
abatimiento, desazón,
anhelos,
ansiedad,
pasión y deseos de tenerte,
de buscarte, de amarte,
de tocarte,
implorarte,
suplicarte y pedirte
que te quedes,
que regreses
o que nunca te vayas.


54. Inconsistencias

No debió verme, no debí haberla visto.
Su rostro angelical turbó mi conciencia
y su sonrisa borró aquella experiencia
que a mi triste alma hundía en el abismo.

¿Por qué tuve que conocer la dulzura
que su voz y sus palabras reflejaban?
¿Por qué si los sueños de mí se alejaban,
tuve que amarte así con tanta locura?

¡Pensar que juré no volver a caer!
Ay amor, fuego y pasión, angustia pura
viento que todo destruyes a tu paso.

Heme aquí a tus pies, no te puedo tener,
sin embargo esta mi vida es sólo tuya
aunque se pierda contigo en mi silencio. . .

(Agosto 08, 2005)


55. Injusticia

Me quieres, pero te alejas.
No te fallé; sin embargo
me haces beber el amargo
sabor de este cruel desprecio.

No quieres verme sufrir
y me quitaste la vida.
No ves que por esta herida
se me escapa también mi alma.

Yo no te voy a olvidar,
mas tu regreso no espero
pues el amor que yo quiero

tú no me lo puedes dar.
Quiero el sueño prohibido
de vivir siempre contigo . . .

(Mayo 05, 2006 y Junio 13, 14, 2006)


56. Inventándole versos a un poema
​que no recuerdo muy bien

Tú nunca me olvidarás ¡Vida mía!
Lo sé, porque mi amor tu alma buscaba,
y aunque ahora finges, llegará un día
en que sabrás cuanto yo te quería.

Al ver entonces cuanto yo te amaba,
dirás viendo lo que yo te escribía:
— Era triste, vulgar lo que soñaba. . .
Mas ¡qué versos tan bellos me decía!

Desearás que mis versos te cante
al oído como antes yo lo hacía,
llorarás recordando aquel instante . . .

Aquel loco, poeta se creía,
te hizo sentir el amor y vibrante
tu ser ante su canto estremecía.

(Octubre 21, 1991)


57. La niña del mirador

A una niña, una vez amé de verdad
nunca supe su nombre; pero le quise
con tanta locura y pasión que le hice
en mi delirio: Mi única verdad .

Y es que jamás mi delirio ardió tanto
ante el hechizo de triste mirada.
Jamás sentí llorar mi alma abrasada
por fuego ardiente de mortal encanto.

Y sus ojos cual certeras saetas
se clavaron justo en mi corazón
y fui vencido por febril pasión
que me arrastró en olas de aguas inquietas.

¡Ah, viejos recuerdos! Aún no olvido
aquel tiritar de sus labios rojos
y que por miedo a sus enojos
nunca, nunca le envié un beso atrevido.

Todos lo días le veía sentada
en el MIRADOR de su casa y soñaba
que a mi paso un suspiro de amor me enviaba
en el instante que ella me miraba.

Una tarde, en mi mente ha de vivir
para siempre, cual indeleble hüella.
Cuando pensé declarar mi amor a ella,
justo esa tarde tuvo que partir.

Y fue silente mi hondo sufrimiento,
nunca más yo le volvería a ver. . .
¿Por qué, Dios, tuvo ella que perecer?
y no murió con ella este sentimiento . . .


58. Locura

Entre un inmenso amor y la locura
poca es la distancia que los separa.
Antes de amarte gocé, ¡Quién pensara!
Hoy que te amo . . . He perdido la cordura.

Del amor quise hacer una aventura
y busqué un ser que placer me brindara,
— broma cruel el destino me prepara —
y por ti estoy llegando a la locura.

¡Oh, Eunice! tienes tanta dulzura,
hiciste que mi maldad olvidara
al entregarme toda tu ternura.

Yo no sé si bien o mal me depara
este sentimiento que en mí perdura
mas digo: haría mal si no te amara . . .

(Mayo 08, 1993)


59. Luna caprichosa

Serena, incitando al romance, mientes
con la ternura de un zarpazo artero
que te desgarra el corazón entero
en el instante mismo de un te quiero.

Y esa tu belleza cautivadora
enloquece el aturdido corazón
con el capricho que por tu pasión
desatas cuando en mi cielo te veo.

Luna, cual angelical melodía
tus voces hasta mi delirio llegan
y en pacto de fuego y amor se enredan.

Y en lo etéreo de mi vesanía
digo: Eres una niña caprichosa
que con desvarío mi alma destroza.

(Noviembre 07, 2002)


60. Mentir por amor

Hoy hice lo que debía haber hecho
desde hace mucho tiempo, antes de amarte.
Mentí para que busques alejarte
aunque me dejes dolor en el pecho.

Dudas de mi amor. ¡Cuánto mal me ha hecho!
Si lo más puro de mí quiero darte
¿Por qué tu empeño en dudar y dañarte?
¿No ves que tengo el corazón deshecho?

Nada duele más que tu desconfianza.
Hoy supe que tú crees que te miento
y aunque es falso, yo te digo que es cierto.

Mas si tu mente comprender no alcanza:
Te amé con el más puro sentimiento.
No te sorprenda si hayas mi amor muerto. . .

(Octubre 19, 1992)


61. Niña en el portal de un sueño

Érase un sueño cautivó en el silencio,
érase un verso embriagado de olvido.
Fueron tus besos cual abismo sin tiempo,
locura y pasión, fuego y castigo.

Callada y triste, niña, lloras tu pena.
¿Es acaso que el viento ha hechizado
tu corazón puro, tu alma de estrella?
¿O es que cupido un sueño te ha negado?

Niña, tu tiempo es virgen, no vacíes
el rocío de tus ojos en quimeras
que al final del día son... Hojas caídas.

¡Oh, niña! No quieras robar a la noche
la aurora que te acerque la eternidad.
Con dolor verás la utopía de tu verdad . .


62. Nostalgia

Hoy te ví, me acerqué a tu presencia
y ya no estabas tú, no eras tú,
faltaba en tu mirada la esencia
de aquel amor que nos llevó al cielo.

Te busqué dentro de tí: Vacío.
Tu voz era tan desconocida
que parecía el triste gemido
del sueño que en tu recuerdo anida.

Y pensar que al cielo le rogaba
te trajera de nuevo a mi vida
porque para mí tu eras la luz.

Y sufrí por tí, porque al menos yo
guardo tu recuerdo, pero tú . . .
Ni el eco de la mujer que fuiste.

(Mayo 06, 2006)


63. Otra forma de tenerte

Porque mi amor del tuyo está tan lejos,
porque jamás lograré hacerte mía;
buscaré entre mis recuerdos más viejos
uno, el que contigo traiga alegría.

¡Oh, mi amor! He tenido que inventarte
y tengo miedo llegar a perderte;
en mi mente quiero siempre guardarte
pues esa es una forma de tenerte.

Busco en mi pasado aquellos momentos
que pasé feliz tan sólo contigo
y tengo ganas de tí y quiero verte,

entonces te hallo en mis pensamientos
y aunque soñada, estás sólo conmigo
y esa es mi mejor forma de tenerte . . .

(Octubre 25, 1992)


64. Otra vez

Heme aquí, otra vez en la inconciencia
de un absurdo, buscando el olvido,
intentando ignorar que has partido
en la ilusión de un adiós sin esencia.

Otra vez, mi refugio es la demencia;
mi futuro el recuerdo de un gemido
que en un viento extraño se ha perdido
para buscar tu cuerpo en la ausencia.

Sabes, fue tu pasión cautivadora
la que envolvió mi enardecido verso
en fingido sueño de luz y aurora;

y cayó en el reflejo de tu abismo
desgarrado y herido el ingenuo beso
que amor creyó el fuego de tu cinismo. . .

(Septiembre 25, 1996)


65. Para después de un ocaso

El día que mi viaje deba emprender,
te pido amada, no llores mi partida
mas bien piensa que siempre una nueva vida
empieza tras del sol de un atardecer.

No quiero dejarte, mas si el sueño aflora
y mi vida en el vacío se perdiera,
recuerda la promesa eterna que hiciera
mi delirio a tu belleza encantadora

Te amaré por siempre, -tienes mi palabra-
aunque la muerte me aparte de tu lado,
aunque en el olvido me hayas enterrado

porque prefiero que el cielo no se me abra
antes que faltar a mi pacto de honor,
aún sabiendo que amé el halo de tu amor.

(Noviembre 20, 2002)


66. Para mañana

Quizá ya te habrás marchado, quizás.
Partirás a lo incierto de un olvido
y llevarás mi corazón prendido
en la desesperanza de tu adiós.

Y me emborracho en regocijo falso
para ocultar mi pena y desencanto
y voy tras de tí sorbiendo aquel llanto
que en vino, veneno y sangre se torna.

Y me castiga tanto tu silencio,
pero me hiere mucho más tu tristeza
porque aún te amo y te sigo esperando.

Si mitigar quisieras mi suplicio
bastaría tan sólo me dijeras:
Bebito, ¡Yo también te sigo amando!

(Agosto 16, 2005)


67. Para ti

Presea de honor al sexo.

Rosa azul y soledad. . .

Oscuridad que me envuelve.

Ser paralelo a mi vida.

Tenue luz de la sociedad. . .

Insólita belleza abstracta.

Traficante de placer. . .

Usted. . . ¡Mi felicidad!

Tu cuerpo eterna fuente que
Amor pagano derrocha. . .

Autor:
Julio César Asencio.


68. Partir

Ha llegado la hora tan esperada,
la hora de ver la luz en otro mundo.
Buscar olvidar un amor profundo
en la triste soledad de la nada.

Hoy con dolor veo la hora llegada,
me voy lejos de aquí cual vagabundo
que deambula triste por el mundo
sólo con el recuerdo de su amada.

El llanto me acompaña en la partida.
No quiero dejarte sola ni un instante. . .
Y el destino te aleja de mi vida,

y me depara dolor por delante
sin hallar de mi pena una salida,
aunque por tí haya sufrido bastante. . .

(Febrero 14, 1992)


69. ¡Por favor no calles!

¡Habla por favor! no quedes callada.
No sabes cuanto ansío oír tu voz
en éste invierno de tu olvido atroz
donde espero tan sólo tu llamada

Miente, dime que también tú me extrañas
y que te hago falta y al cielo imploras
regrese la dicha de aquellas horas,
dí que me amas, aunque sé que me engañas.

No te calles, alivia mi tormento,
acorta la distancia del olvido
y con tu voz, devuélveme la vida

¡Habla! no prolongues mi sufrimiento
sólo una breve palabra te pido
y te juro que sanará mi herida. . .

(Junio 30, 2005)


70. Presagio

Caminando en tinieblas por mi vida
me encontraba, mas luego apareciste
con un fulgor tan intenso que hiciste
mi razón creer estaba perdida.

Feliz era con la dicha obtenida;
mas poco duró y un día te fuiste
y mi alma en la nada por siempre hundiste
sin saber el por qué de tu partida.

Un repentino adiós yo presentía,
mas nunca pensé en el dolor que queda
después de perder lo que más quería,

El destino cruel, del amor nos veda,
nos hace anhelar la dicha de un día
y no permite obtener lo que uno ansía.

(Enero 08, 1992)

​​​

71. ¡Qué difícil es! . . .

¡Qué difícil es!
Verte, pensar que sólo con mirarte
tengo que conformarme y sentir
dentro de mi corazón el sufrir,
pues nunca podré dejar de amarte.

¡Qué difícil es!
Saber que estas tan cerca y no tenerte,
saber que te amo y no puedo decir
lo que siento, pues dejó de existir
lo que nos unió. ¡Maldita mi suerte!

Cuantas veces pensando en tí, he sentido
la pena de saber que ahora nada
queda del amor que siempre he querido.

Si alguna vez te arrepientes y sientes
tristeza por lo que hiciste, recuerda:
Te amo y no sabes ¡qué difícil es! . . .

(Junio 11, 1996)


72. Quisiera creer que me amas

Cuantas veces tu delirio me ha dicho
- Josimar quisiera creer que me amas. . .
Cuantas noches me perdí entre las llamas
para saciar de tus dudas el capricho.

Cuantos silencios mi voz ha llorado,
cuantos sueños mi lira te regala.
Mas tú, eres en mi jardín hierba mala
y en mi éter, quimera en cielo nublado.

Mi vida he dado a tu feroz egoísmo,
mi alma se humilla ante tu altivo beso
y me hundo en la sombra de un espejismo

y soy cual tenue luz en tu universo
y me atraes a tí ¡Oh negro abismo!
y vuelo a tu lado en la faz de un verso. . .

(Octubre 10, 1996)


73. Quisiera soñar que me amas

Niña, déjame soñar que me amas,
déjame soñar que en tus sueños vuelo
cual libre ave y beso la faz del cielo
cuando escucho que a tu lado me llamas.

Quisiera no quererte como te quiero,
quisiera olvidarme de tu ciego olvido,
quisiera pensar que te has perdido
en el mismo silencio que yo muero.

Quisiera callar que te amo tanto,
quisiera borrar de mi alma tu orgullo
y en un beso vaciar la hiel de mi llanto.

Quisiera soñar que loco destruyo
el verso que te hablaba de mi canto
mas. . . soy débil y sigo siendo tuyo.

(Octubre 04, 1996)


74. Quizás

Quizá fui tuyo, quizás fuiste mía
o acaso sólo fuimos dos quimeras,
dos sueños o ilusiones pasajeras
cuyos caminos cruzáronse un día.

Y viviendo un instante de alegría
anhelaron encontrar la postrera
felicidad, y amando cual vez primera
olvidaron: Sólo era fantasía. . .

No sé si fui tuyo, no lo recuerdo,
y si fuiste mía ahora lo dudo;
talvez porque en la soledad me pierdo

o porque añoro lo que ser no pudo
y para no gritar mis labios muerdo
pues es triste saber que no me amaste.

(Marzo 20, 1995)


75. Renuevo

Te vas de mi vida, pero recuerda
que no podrás olvidarme, pues llevas
en tu ser, de mi esencia la semilla
que anidará en tu vientre cada día.

No soy para tí, ni tú para mí.
Sin embargo nuestras almas atadas
quedaron en la inmensidad de un sueño
que planté el día de tu despedida.

Y te llevas de mi voz, el silencio;
de mi llanto el gemido y de mi amor
el grito que podía retenerte;

porque siempre quien tiene la palabra
lo tiene todo y en tu boca estaba
presto a brotar aquel mortal adiós. . .

(Junio 13 y 14, 2006)



76. Resignación

Quizá olvidaste ya lo mucho que te amo,
quizás nunca sentiste nada por mí.
Y lo entiendo talvez mucho te mentí
por eso no creíste en mi amor sincero.

Ha pasado bastante tiempo sin vernos,
lo suficiente para saber ahora
que te amo como ayer, que mi alma te añora
y sufro pues sé bien que ya te perdí.

Mas aunque de mí ya te hayas olvidado,
quiero que sepas que mi amor vivirá
para siempre en el sueño de mi pasado.

La peor navidad, sin tí, esta será
y como no puedo tenerte a mi lado:
Tu imagen a mi recuerdo llegará . . .


77. Retornar

Hoy he vuelto a nuestra playa, aquella
donde tú y yo robamos a la vida
el amor, la ilusión y la estrella
que sanó del corazón la herida.

Estaba sola, no era la misma
se respiraba melancolía,
le faltaba el mágico carisma
de tu piel jugando con la mía.

Como loco corrí por la orilla
en aquel desconocido mar
que tu nombre al viento susurraba

y te busqué y solamente había
la huella de aquel secreto lugar
donde cada tarde yo te amaba.

(Mayo 31, 2005)


78. Rosa azul y soledad

Áurea, esculpida en fuego y dolor,
nacida del instinto y la pasión
ruedas en el fango de una ilusión
con el alma mustia, ya sin amor..

Rosa azul y soledad, eres bella.
(. . . Deseo en el abismo de un burdel)
Eres del éxtasis la dulce hiel
y tienes el rocío de una estrella.

Niña, tu conciencia es virgen, no viertas
el néctar de tus sueños en amores
que al final de un beso son. . . sólo espinas.

Rosa. . . Déjame curar las abiertas
heridas que tu sino en ramo de flores
te envió y te hizo: Rosa azul y soledad. . .

(Octubre 02, 1996)


79. Save an angel

Quince años ella. . . fuego en la piel.
Veinte años él. . . deseo y locura.
Desenfreno, disfraz de ternura,
besos, versos que endulzan la hiel.

Sueños, del placer la dulce miel,
del instinto, luz en la negrura
y en la falacia de la hermosura
confundióse en amor el juego aquel.

¿Qué quedó después de mil tormentas?
¿Qué fue de aquel loco sentimiento?
Sólo palabras dichas al viento

y el dolor de caricias violentas
dejando un ángel sin destino
y un lucero muerto en el camino. . .

(Junio 20, 2005)


80. Sentimiento

Quiero volar en tu cielo,
quiero vivir de tu amor
besar tu piel
una vez más
soñar contigo amor
¿Dónde estarás?

Un sentimiento se esconde
en lo profundo de mí.
Dame tu amor
una vez más
y encontrarás amor:
Felicidad. . .

Sueño que tú estás
siempre junto a mí . . .


81. Soledad. . . ¿Por qué?

Soledad... Maldita y eterna doncella.
¿Por qué con tanta insistencia me reclamas?
¿Por qué permites me consuma en tus llamas?
Si yo sólo quiero poseer mi estrella.

Soledad... ¿Por qué me tortura la hüella
que en todo mi ser van dejando tus manos?
¿Por qué si siempre hemos sido como hermanos?
Gozas el dolor que tu presencia causa.

Soledad... ¿Por qué cuanto más te odio, te amo?
¿Por qué cuanto más me alejo, más te extraño?
¿Por qué si no me escuchas, más te llamo?

Y es que aún no comprendo el letal encanto
que en tus entrañas guardas. Y me haces daño;
mas si no te tengo: me deshago en llanto . .


82. Soneto para después de un adiós

Después de un adiós, una nueva historia.
Caminar rumbo a un nuevo destino
briaga el alma de dolor y de vino
y en la piel la huella de tu memoria.

Un profundo eco en mi futuro asoma,
un sublime olvido en mi alma se anida,
un lamento brota en la abierta herida
que al partir dejaste ingrata paloma.

Y en la espina de mi dolor quisiera
clavar tu endurecido corazón
y darte la despedida postrera

con mis manos atadas a tu cuello
y lograr que me supliques perdón
para callar tu boca con mis besos. . .

(Noviembre 05, 2002)


83. Soneto para un amor

Yo la amé, aún sabiendo que era ramera.
Sucumbí al letal encanto de sus ojos,
construí mi castillo sobre despojos
que una vez fueron: Aliento de quimera.

¡Oh señor! ¿Por qué permitiste que fuera
mortal el hechizo de sus labios rojos?
¿Por qué dejaste que rendido a sus antojos
le brinde de mi ser la pasión primera?

Y es que encierra una belleza perturbadora
que ningún mortal consigue descifrar.
Hoy se entrega, miente, jura que te adora

mañana quizá te de una herida certera
que tu alma en mil pedazos ha de destrozar,
no obstante la amo. . . Sabiendo que es ramera.

(Enero 21, 1996)


84. Soneto sin nombre

Después de un verso, una historia.
Después de tí. . . La tristeza
de sentir el alma presa
en un infierno sin gloria.

Busco en tus besos mi paz
y entre tu cuerpo mi olvido
y sólo encuentro el gemido
de un recuerdo y tú no estás.

Mil silencios me reclaman
el descuido de tu adiós
y sufro por tu partida

porque mis sueños te llaman
desde su silente voz
que brota de mi herida. . .

(Noviembre 05, 2002


85. Sueño perdido

Guardo por siempre dentro de mi mente
una ilusión vana que nunca olvido;
ilusión que quema cual fuego ardiente
y borra mi alma en un sueño perdido.

Bello sueño que motivó mi vida,
ahora sin embargo me atormenta
la más indeleble y profunda herida
que mi verso y su recuerdo alimentan.

Ilusión marchita, sueño perdido. . .
Huella eterna que su presencia añora,
lágrimas que el alma por EDA llora.
Dulce sensación de amor prohibido. . .

Se sufre un amor frustrado
y se llora alguien querido.
Mas ahora que has partido
sé fuiste, sueño perdido. . .

(Diciembre 18, 1995)


86. Te fuiste

Te fuiste sin decir siquiera adiós,
me dejas llorando, pensando en tí
sin saber ¿ahora qué será de mí?
pues tu recuerdo me acecha feroz.

A veces pienso en la dicha de dos
que se aman y siento tu ausencia aquí,
lloro y sufro, ruego vuelvas a mí
mas todo es vano, no escuchas mi voz. . .

Espero algún día volver a verte
entonces te diré lo que yo siento
y serás mía y volveré a tenerte.

Regresarás, por las noches presiento,
no es así. Y temo llegar a perderte
sin poder borrarte del pensamiento. .

(Enero 27, 1992)


87. Te perdí

El verso del poeta se ahogó en el viento,
la sangre del hombre brotó en el fuego
y renació el silencio
que precedió al olvido. . .

Amor,
heme aquí escribiéndote desde mi ayer
sin soñar ya más en el mañana.

Sé bien que te perdí
aún antes de haber sido mía.

Te perdí
en el supremo esfuerzo por retenerte,
te perdí
en el desquiciado sueño de amarte
y fuiste
olvido en el olvido,
ilusión consumida en un adiós,
beso perdido en la vesanía de un te quiero . . .


88. Testamento

Mañana, cuando mi tiempo se acabe;
cuando mi voz en el silencio gima,
quiero un beso que mi pecado redima
y renacer cual niño que nada sabe . . .


89. Te vas

Ya te vas y te llevas la alegría
de mi vida, me dejas llamándote
con la pena de seguir amándote
y saber que nunca podrás ser mía.

¡Cuánto te amo! Pensar que todavía
mi alma no le cansa andar buscándote,
vivir en soledad, esperándote
queriendo obtener tu amor algún día.

Te vas ahora y sigo queriéndote,
te vas y no te importe mi agonía,
puedes irte, déjame llorándote

y no te extrañe la melancolía
que en mí hay. Con tu adiós estás llevándote
mi vida y la esperanza que tenía . . .

(Octubre 26, 1992)


90. Traición

Jamás pensé Emma, que me pagarías
tan mal todo mi gran amor por ti,
yo que siempre en ti y en tu amor creí
me encuentro hoy llorando por tus mentiras.

Mis ojos hoy han visto tu traición
y aunque quisiste engañarme otra vez
al decir: — Amor no es lo que tú crees,
comprendí que mi amor ya no te importa.

Quise gritarte tantas cosas; pero
no soy quien reclama por lo perdido.
Si mi amor que fue puro y verdadero

sin pensarlo por otro lo has cambiado
es porque en verdad nunca me has querido,
y yo en cambio sólo a ti te he amado . . .

(Noviembre 16, 1992)


91. Triángulo

He tenido en la vida tres amores.
Los tres han sido puros, verdaderos
y a pesar de haber sido tan sinceros
todos me causaron muchos dolores.

El primero, SANDRA, sólo ilusión,
nunca pude decir lo que sentía
y viví mucho tiempo en agonía
ocultando de mi amor la pasión;
pasó el tiempo y con él vino su ausencia,
la distancia se encargó de alejarnos
y sin, ella saberlo hasta el amarnos
olvidamos, no importaba ya nada;
pero mi alma de tristeza embriagada
con dolor reclamaba su presencia.
Luego vino resignado el olvido,
ya no la busque, la dejé partir
pero el amor no dejó de existir
y sufro al comprender cuan tonto he sido
al ocultar mi gran amor por ella . . .

El segundo, EMMA, fue realidad
fue entrega, dicha y felicidad
tuve cuanto amor se pueda anhelar;
pero todo fue falso, fue fingido
y fui feliz como no lo había sido
aunque el dolor no pude soportar,
el amor era mucho que olvidé
las mentiras y cuanto ella fingía
me entregué a un sueño de fantasía
del cual con un gran dolor desperté.
Me dejó, su decisión respeté.
Aun la amaba; pero por mi orgullo
quise olvidarla y no ser ya más suyo
y por eso ya no le supliqué
Aun no entiendo por qué me dejó . . .

El último, BEATRICE, es un sueño,
es ilusión; pero es realidad.
Si es ilusión llegar a ser su dueño
y es realidad que la amo tanto
como ella no se pueda imaginar,
mas a su rechazo temo y me espanto
al pensar que no le pueda importar
mi amor, que es tan puro y es de verdad.
Decidido estoy a luchar por ella,
he de conquistar su amor y su vida
y su alma a la mía he de ver unida
y dejará de ser lejana estrella,
y será mía, mía, sólo mía
y mi vida ya no estará vacía
pues tendré al amor de mis amores . . .

(Julio 14, 1992)


92. Triste soñar

Ayer soñé tener un gran amor,
hoy desperté, triste desilusión.
Lo que fuera de mi vida razón,
tan sólo es angustia, llanto y dolor. . .


93. Venganza I

Buscar en otra mujer tu aroma,
buscar en otros labios tus besos,
aferrarme a vivir mis sueños
lejos de tí. . .
Eso es venganza.

Callar mis versos, buscar olvido
amar cada día un amor diferente,
encontrar en todas partes
tu esencia, tu ser. . .
Esa es tu venganza.

Mas cuando el tiempo haya bastado
para hacerte comprender
que perdiste el más sincero amor,
entonces llorarás. . .
Y esa será mi venganza.

Sin embargo hoy al verte frente a mí
comprendo que siempre te amaré
y saber que nunca serás mía
me hace anhelar la muerte. . .
Y eso, eso no es venganza.


94. Venganza I I


Sabes, vengarme pensé aquella tarde
cuando ardiente bofetada me diste.
¡Venganza! ... Mis sentimientos heriste
y en desquiciado odio, mi sueño fuiste.

Sólo venganza soñé aquel instante
y no dejé de pensar ni un momento
la forma de poder igual pagarte
y sólo obtuve amor y me arrepiento.

Venganza. ¡Qué distintas son las cosas!
Porque quería herirte y salí herido,
quise darte espinas y te dí rosas. . .

¡Qué tonto fui! Lo sé y estoy muriendo,
el mal para ti ahora me ha vencido
y mi venganza es amar tanto olvido. . .

(Agosto 9, 1990)

95. Vete

Vete, el sendero aquí se hizo angosto.
Vete ya no soporto más esta mentira.
Vete y que muera contigo la tristeza
aunque también se acabe mi vida.

Vete. El destino jugó con nosotros.
Te amé y en un beso te di mi vida.
¿Por qué se ama tanto la fruta prohibida?
Si al final sólo queda un sueño en el alma.

Vete,
quiero romper con mi silencio
este dolor.

Quiero sentir que puedo amar
mas sin tu amor,
sin tu amor. .

Vete,
no quiero sentir más en mi boca
tu sabor.

No quiero vivir más esta vida
sin tu amor,
sin tu amor . . .


96. Viste los nubarrones de tristeza

Viste los nubarrones de tristeza
asomar a mi desdichado cielo
mas tú, indiferente alzaste tu vuelo
sin importar de éste amor la grandeza.

Mil tormentas mi llanura azotaron
y en vil fango trocaron la belleza
del sueño al que mi alma vivía presa,
cuando el adiós tus labios pronunciaron.

Y corrí a refugiarme en la distancia,
me cubrí de la lluvia en el ciclón
y me olvidé de tí, en tu recuerdo.

Cabalgué el ancho mar de mi memoria
y te hallé desnuda con la ilusión
que en el destino junto a tí me pierdo. . .

(Julio 04, 2005)


97. Vuelve por favor

Vuelve por favor, Emma ¡Te lo pido!
Urge a mi corazón estés conmigo,
espera aún mi alma tener tu abrigo.
¡Líbrame, ésta pena no he merecido!

Ven a mí otra vez, se han ido al olvido
esas cosas causa de mi castigo;
porque dejar de amarte no consigo.
Obscura vida desde que has partido.

Recuerdo cuan feliz yo era, ¡Maldigo!
-Fantasía bella tu amor fingido-
Ahora entre lágrimas te bendigo.

¡Vuelve por favor! Suplico afligido.
Otro amas yo sé, mas con amor te digo:
¡Regresa aquí! Para mí no te has ido. . .

(Mayo 24,1992)


98. Y . . .

¿Y por qué te alejas de mí amor mío?
Si yo lo único que he hecho es amarte,
sólo felicidad quise brindarte
y ahora me dejas este vacío.

Jamás pensé que tu amor terminaría,
si tu me jurabas sería eterno;
mas ahora me siento en el infierno
de tu adiós. Pero. . . ¡hace poco eras mía!.

Melania, si mi amor ya te ha cansado
yo lo entiendo quizá ese fue mi error,
quise darte tanto y sólo logré

que para siempre te vayas de mi lado
y me dejes llorando por tu amor;
pero recuerda que yo sí te amé. . .

(Febrero 12, 1993)


99. Y amé . . .

Y amé. . . Y aquel día quizás fui el más vil
y despreciable de todos los mortales,
y fueron tantos y tan grandes los males
que tan sólo se curan con el morir.

Y amé. . . Tan puro y sincero el amor era;
pero me llenó de fango y soledad.
Y amé y traicioné y hubo felicidad. . .
¡Ah triste alegría de saberte mía!

Y amé aún sabiendo que al amar pecaba
¿Y cómo no amarla? Si es toda mi vida.
¿Y cómo no amarla? Si ella ya me amaba.

Y amé y quizá al amar moría por dentro
y su amor cual fruta prohibida
ella me entregó. Y amé y no me arrepiento.

(Marzo 08, 1996)


100. Y hubo amor

Y hubo amor. . . Entre mi piel y tu olvido.
En las sombras y aquel fatal adiós,
en mi silencio, en mi llanto, en tu voz
gritándome que yo ya te he perdido.

Y hubo amor. . . Entre mi verso y tus musas,
en mis sueños y tu falsa verdad.
En aquella noche harta de soledad
en que tú y yo fuimos. . . Voces confusas.

¿Amor?. . . En mi pasado tú, en mi hoy . . . Nada.
Mi futuro incierto por tu partida
y al otro lado de mi ser. . . Dolor.

Y hubo amor. . . En una noche estrellada
cuando mi poesía cayó herida
de muerte por las garras de tus besos.


​​​​​
​​​